Los tenues maullidos que vomitaban de entre las seis cuerdas de la Strato de David Gilmour, empezarón a conquistar la habitación. El humo se mezclaba con la luz y mientras jugueteanban, tegian garabatos que sobrevolavan mis pensamientos.
Unos pensamientos que, en sus inicios, eran difusos. Ahora con el paso de los años, toman forma, se endurecen y buscan la vida.
La vida..., ahi vamos. Vamos por ti, pequeño Malone.
lunes, enero 18, 2016
El segundo cigarro, siempre es el mejor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Espero que todo te esté yendo muy bien.
Hace muchos años que no nos vemos debido a que la vida nos arrastra a unos y a otros a diferentes lugares, pero siempre te recuerdo.
Veinte años que parece que fueron ayer. En fin, el tiempo pasa volando.
Un abrazo Juks. Te deseo lo mejor y que la vida te depare mucha felicidad.
Publicar un comentario