Mis decisiones, han contado con una sobredosis de cautela. El equilibrio, siempre ha estado en el punto de mira de mis pupilas y mi latido, se ha desplazado sigilosamente sobre la tesitura de la necesidad.
La libertad resurge de entre las cenizas cuando se articula una elección pero, de forma casí inmediata, implica la amputación del libre albedrio ageno.
Mi gran quebradero de cabeza fue esoger el remedio menos doloroso. He malgastado meses y años en econtrarlo y, finalmente, he de decir que no he podido hallar una formula ecuanime.
Mi condición de humano, ha predominado sobre todo lo demas y tras la deliberación...., tan solo queda: a quien a hierro mata, a hierro muere.
Este es mi sitio.
sábado, agosto 25, 2012
Este es mi sitio.
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