miércoles, diciembre 27, 2006

LOS CUERPOS DE SUGURIDAD DEL ESTADO

En plena época navideña, en la cual no es difícil encontrarse coches de policía escondidos en los ángulos muertos de la rotondas, agazapados, afilando los alcoholímetros, intentando reducir la mortalidad en las carreteras del estado a golpe de multa y cepo.

No es extraño ver en cualquier rotativo provincial, autonómico o nacional los logros de la benemérita. A bombo y platillo, en letras gigantes y flanqueadas por neones jactándose de sus éxitos al pie del alcoholímetro en pleno ejercicio egocéntrico y narcisista.


Sabéis, yo lo entiendo. Un policía actúa igual que cualquier otro trabajador que, a base de ingenio es capaz de trabajar menos horas o lograr una jornada laboral menos pesada.

El problema esta en que si un trabajador no hace correctamente su labor, el producto final sale defectuoso o a destiempo.

En el caso de la policía, el producto final son las vidas humanas, y siempre deben trabajar para evitar lo evitable. No deben aumentar su sueldo (extraído de nuestros impuestos) a base de comisiones por multas firmadas como el caza recompensas del antiguo oeste hacia muescas en el cinto tras cada detención.

Es mucho mas sencillo llevar a cabo controles de alcoholemia que proteger a las mujeres con denuncias por malos tratos en los juzgados, he leído que en España hay mas de 20.000 denuncias por violencia machista, y mas de 2.000 con ordenes de alejamiento, de las cuales, únicamente 300 cuentan con protección policial.

Es mucho más sencillo multar a quien no respeta la zona azul que evitar violaciones a menores de edad o a adolescentes.


Y finalmente, el caso que me ha echo escribir este post.

Una mujer, interpuso varias denuncias por malos tratos a su marido. El juez le concedió la orden de alejamiento pero ningún policía velo por su seguridad.

La mujer siguió denunciando, esta vez porque su marido conducía bajo los efectos del alcohol y las drogas representando un peligro para los ciudadanos.

Fue la mujer quien tubo que patearse las calles con la cara y el cuerpo amoratados por las palizas propinadas por su marido para reunir pruebas y testigos del comportamiento "ilegal" de su compañero.

Pues bien, hace escasamente dos días, hubo un accidente en la provincia de Cuenca. Su marido conducía, le acompañaban sus dos hijos el mayor de 9 años y el menor de 6. Los tres murieron victimas del incendio que se produjo tras la colisión, calcinados por el fuego y calcinados una agonía interminable de mas de 35 minutos gracias a la incompetencia de los cuerpos de seguridad del estado. Un valioso regalo de navidades, no creéis?

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