Let's Rock!

Siempre me he considerado un tipo pragmático de esos, de ideas fijas. A pesar de darle vueltas a las cosas, habitualmente tengo la decisión tomada antes que la ruleta empiece a girar sobre sus cojinetes. Soy consciente de las cosas que me rodean y con la edad, he ido descubriendo como las tesituras grises se desparraman entre los extremos monocromáticos dando lugar, a un paisaje relleno de aterciopelados interrogantes y sutiles medias tintas con el alma tan pura que, ni queriendo, podrían ofender al respetable.

Hace ya unos años, avive el fuego de la revolución. Fue, salvando las distancias, como si el ave fénix se suicidara a lo bonzo. Mi corazón desoyó los consejos racionales de mi cerebro y mi cerebro, hizo lo propio con las recomendaciones pasionales de mi corazón. Una noche de fin de año, un pobre pringadete recién llegado con contrato de obra o servicio determinado, apretó el botón de "burn".

Desde entonces, mi cuerpo, mi alma y mi cerebro, se han re-enganchado al ritmo del mundo y mi ser, vuelve a estar en sincronía con el corazón de la humanidad.

Pero hay algo que pasé por alto. Un tema pendiente, una nota a pie de pagina que deje olvidada  en un recóndito cajón de mi memoria. Algo que no encaja y que, voluntariamente, he ido obviando descaradamente aún sabiendo que algún día, retornaría del mundo de los muertos reclamando su ración de carne fresca.

Pues bien. Ya ha vuelto. Y lo ha hecho a lo grande, con todo su esplendor y con un bufón como escudero llamado destino. Ya no hay opción, es la hora. Let's Rock!

Reproductor: Lana del Rey - Blue Jeans.

Ya no se trata de su voz rasgada y desesperada. Es su presencia decadente que no hace mas que, dilatar mis pupilas.