Al final, todos y cada uno de nosotros encontramos un buen
amarre donde morar en compañía de nuestros huesos y recuerdos. No tiene nada
que ver con la
Divina Providencia o que el buen Dios sea usufructuario de
nuestra buena suerte. Es, tan solo, la dictadura del equilibrio del mundo que,
a buenas o malas, siempre prevalece. Siempre nos quedará un hueco en nuestra
cartilla de racionamiento para albergar un poquitín de buena estrella.
La oscuridad cubre nuestra alma para recordarnos que hubo un
día, en que nos rodeo la luz. Y, a su vez, nos regala las armas para
reconquistar de nuevo nuestra felicidad.
Un a felicidad que, de vez en cuando, se muestra esquiva,
burlona y juguetona, se esconde bajo los cubiletes del trilero y se desliza
sobre la mesa a una velocidad que, nuestras pupilas, son incapaces de retener
pero creedme,….. esta ahí.
Reproductor: Eiffel - Sous Ton Aile :: Acoustic 12 Strings
Reproductor: Eiffel - Sous Ton Aile.
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