Tan solo apuntar que, la culpa, es muy negra y nadie la quiere. Ante cualquier acto de locura debe existir un chivo expiatorio cuya función, sea la de dar sentido a las cosas y, en este caso, me ha tocado a mi.
Lo acepto puesto que, seguramente, sea la opción menos mala para el bien común.....o, mejor dicho, para el bien común de unos pocos. Unos pocos que encuentran refugio bajo el palio que propinan los claroscuros de esas verdades a medias que enmudecen las mesas en los días de guardar.
Personalmente, desapruebo ese tipo de practicas pero supongo que, en la viña del Señor, debe existir de todo.
Si me buscáis ya no me encontrareis con lo cual, solo me queda, decir adiós.
domingo, diciembre 18, 2011
Podría decir tantas cosas que....prefiero no decir nada.
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