Este viaje empezó con un billete de ida y una maleta cargada de buenas intenciones. Lo se, se que no es mucho pero, en aquellos días, era todo lo que podía aportar. El apoyo de X fue, a falta de una palabra mejor, inexistente. Por lo visto, quemaba sus días intentando despertar sin despertar, de no se que sueño que jamas, logre entender.
Me sentí solo, extremadamente solo. Soledad. Por suerte o por desgracia, mi padre se encargó de enseñarme el significado de esa palabra. Aún así, creo que nadie llega a acostumbrarse del todo a convivir con ella.
No se. Tal vez fue obra de ese Dios del que todo el mundo habla. O, a lo mejor, se trató de algo espiritual, alguna conjunción astral o, sencillamente, una noche el destino reventó la banca. Sea como fuere mi vida, cambio a partir de aquellos ojos verdes.
No conozco ninguna palabra capaz de describir lo que sucedió. Es,...como si nos estuviéramos esperando. Como, si todo el sin sentido que gobernaba mi vida de repente, se impregnara de una lógica cristalina capaz de curar mi piel y mi corazón.
Al poco comprendí que, mi destino, era morar en sus brazos....
Reproductor: Fluke - Zion
lunes, noviembre 14, 2011
Destino
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