Las enseñanzas protocientificas del alquimista han navegado durante siglos a la deriva sobre la coraza de mares repletos de susurros y, al fin, han llegado a su destino. Alguien que quería saber y sabia escuchar, descifró los dieciséis enigmas que adornaban la piel de aquel ser.
Separó el mercurio, el azufre y la sal. Los separo, para unirlos de nuevo bajo la atenta mirada del fuego purificador de la forja y, consiguió así, domar la materia, domesticar la forma, sometió a la simetría y la perfección finalmente, se postro a sus pies.
Nació un ser, colmado de belleza. Los tentáculos del Sol, acariciaban su pelo y, la lluvia, recorría cada milímetro de sus piel desnuda mientras se reía, y bailaba con las hojas temblorosas sacudidas por la brisa otoñal. Se zambullía en las entrañas de los arroyos que, ansiosamente, esperaban el deshielo. Jugueteaba con las sombras que nos regala el atardecer y, con la puesta del Sol, desapareció
Reproductor: Muse - Exogenesis Symphony Pt 1: Overture
lunes, marzo 22, 2010
Alquimia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario