EL TERCER EJE

Nacemos con varios defectos de fabrica, algunos de los cuales, podemos esquivar habilmente agachandonos en cuanto oimos la brisa resultante del raudo movimiento de la espada de damocles con rumbo hacia nuestras cabezas.

Con algunos otros, simplemente no hemos sabido o no nos han dejado superarlos y los padecemos de la forma mas ruin posible, ignorandolos.

El fruto de esta inmadurez, se encuentra comodamente alojado en nuestra herencia social y nos condiciona de tal forma que, al finalizar la ecuacion, la incognita despejada nunca es la que a priori debiera ser.

Creo que, aunque nos comportamos como seres tridimensionales, nos han enseñado a descifrar y a interpretar la realidad a traves del prisma de la bideminsionalidad.

El tercer eje, responsable de la profundidad, lo deducimos a partir de suposiciones, las cuales, nunca responden a un orden rutinario si no que, exiliadas de la readlidad a causa de la maxima pre-industrial "ver para creer", desfiguran la tercera dimension del hombre: aquello que no puede ver ni tocar, la dimension espiritual, la parte del ser humano que, hipnotizado, mira la luna llena con una mezcla de temor y pleitesia de la misma forma que hace miles de años lo hacian nuestros ancestros.

La llegada del pensamiento cientifico, no solo acelero el crecimiento industrial si no que arranco la humanidad del ser humano. En su lugar, encendio una hogera donde lentamente arde todo aquello que nos puede hacer humanos, y a su vez, debiles de cara a un mundo que pretendiamos conquistar.