Ultimamente, y muy a mi pesar, me veo obligado a escuchar un programa radiofonico llamado Tropidance.
Durante su emision nocturna, el conductor del programa se dedica a apuñalar por la espalda a toda la musica latinoamericana de calidad mientras, y esbozando una ruin sonrisa, da a luz los peores topicos de la musica latina propios de ese indiviuo que, ataviado con su chandal de tractel impermeable, recorre todos y cada uno de los pasillos de Carrefour luciendo barba de 3 dias, palillo entre los labios y cadenas de oro barato alrededor de su cuello criado a base de panceta de cerdo.
Dicho programa, no solo conatmina los oidos cultivados, sino que con premeditacion, alevosia, ensañamiento y nocturnidad practica de forma inpune una terrorica apologia del hilo musical que, por desgracia, nos vemos obligados a soportar en los chiringuitos playeros entre bocazas, guiris, gilipollas haciendo el chorra, medianas y cubatas de garrafon barato.
Señor locutor, si aun le queda algo de dignidad, dimita.
domingo, marzo 25, 2007
TROPIDANCE
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