martes, julio 13, 2010

L...the last act

Lo cierto es que la bella L, atesarova en su interior la innata capacidad de seducir. Ciertamente lo conseguía en el plano físico pero, lo mas intrigante de ella, es que también lo conseguía en el plano...llamémosle metafísico.

Hombres, mujeres, jóvenes, mayores... todos y cada uno de ellos caían rendidos sin excepción, a sus pies.
L, tendía su delicada mano a todos los mortales que la rodeaban y, de paso, añadía una bonita sonrisa. Inspiraba a todos aquellos que, de vez en cuando, nos mengua la inspiración, a todos aquellos que, de tanto en tanto, las musas nos niegan los susurros.
L era, perfecta, inalcanzable, insuperable era, por definición, una Diosa.

En la mitología cristiana, Judas Iscariote representa la encarnación del mal. Traicionó al Maestro por un puñado de monedas y, debido a los remordimientos que asediaban su alma, se ahorcó y sus entrañas, se esparcieron sobre la piel de Acéldama.

Por desgracia, en la vida real, no siempre prevalecen los finales felices de echo, un final feliz se define como una historia inacabada.
Entre los huesos de L, se desencadeno una contienda de proporciones bíblicas. El bien contra el mal, la justicia contra la injusticia...la eterna batalla, la eterna duda, lo sencillo contra lo complicado, siempre nos ha resultado mas facil destruir que crear y, como es habitual, el mal arrió su bandera sobre la conciencia de la bella L.

Dejo de gozar del favor de los angeles, se le privó de sus poderes y, sus privilegios, fueron revocados. Ocupó su lugar en el eslabón de la cadena y adquirió un engranaje de protección oficial dentro de la inmensa maquinaria humana, la Tragedia Humana.

La hipnótica danza de sus caderas, dejo de hipnotizar y, su mirada cristalina, se enturbió. Se convirtió en otro personajillo anónimo y ojeroso que corretea despavorido en busca y captura del bus de las 6:30.

Que puedo decir mi bella L, mi pobre L...., bievenida al mundo de los mortales.


Reproductor: Maria Coma - Mil Orelles (m'encanta aquesta noieta)

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