Al atornillar mis ojos sobre los de la muerte, sentí miedo. Pero me sorprendí cuando ella, me devolvió la mirada. Bajo el calido Sol de poniente nos batimos a duelo y, sin aun saber porque, salí victorioso.
Cuando alguien consigue esquivar los envistes de la muerte, es inevitable llevarse consigo un pedacito de la guadaña...una dosis intravenosa de locura, una instantánea desenfocada del serpenteante caos, una ración doble de caduca inmortalidad en fin, un exceso de equipaje.
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Es curioso, mis cicatrices dejaron de sangrar hace muchos años pero, desde un tiempo a esta parte, las siento como si aun estuvieran vivas, laten entre mi carne, escuecen y, durante el transcurso de la noche, invocan a las sobras.
El gran Ralph me diagnostico una sobredosis de seguridad y me receto una cura de humildad...es gracioso pero... todo encaja. Para vivir hay que morir y para nacer, debes haber muerto. Bien, pues ahora surco los tempestuosos mares del Naraka sobre un cascarón de nuez esperando que, mi Karma, encuentre el buen camino.
Reproductor: The Cult - True Believers
Reproductor: The Cult - True Believers (con Ian Astbury ahogado)
1 comentario:
Precioso...me encanta y además tu karma me da fuerzas...
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