martes, abril 21, 2009

OLVIDO

Ante todos, jure limpiar mi alma de odio y rabia pero, ante la soledad, jure mantener mi corazón en pie de guerra. Siete años después y gracias a la implacable erosión del tiempo, mi alma y mi corazón disfrutan de una paz envidiable.
Padre, ahora que he arrancado de mi piel el ultimo pedazo de tu recuerdo, desearía que, con la misma paz que me invade, emprendieras un ultimo viaje. Esta vez, hacia el olvido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te felicito, has podido por fin dejar tu alma libre, y sin ataduras, que cada vez ahogaban más...
Sólo puedo decirte que con el olvido, has cerrado y dejado atrás una etapa de tu vida, y ahora lo que queda es una sensación increible de paz.

Seguro que te enfrentarás a más etapas que cerrar durante tu existencia, aunque sólo deseo que no tan dolorosas.